¡Hola, amigo! Soy El Ayudante de Santa, y me encantaría presentarte a mi jefe, el mismísimo Papá Noel, conocido también como Santa Claus, Viejito Pascuero, Colacho,San Nicolás o simplemente Santa. ¿Sabías que su historia comenzó hace muuucho tiempo, mucho antes de que él y yo nos conociéramos en el Polo Norte? Siéntate cómodo, porque esta historia es larga pero mágica, y quiero que lo conozcas bien, desde sus humildes orígenes hasta cómo llegó a ser el querido personaje que es hoy.
Todo comenzó con un hombre llamado San Nicolás, que vivió en el siglo IV, en una región que ahora pertenece a Turquía. San Nicolás era un obispo famoso por su gran corazón y por ayudar a los necesitados, ¡y no sabes cuánto amaba hacer felices a los niños! Cuenta la leyenda que ayudó a un hombre pobre, lanzando monedas de oro por la ventana para que sus hijas pudieran casarse. Con su generosidad, San Nicolás se convirtió en el protector de los niños y de los marineros.
Con el tiempo, su leyenda creció y creció, y en muchos países de Europa comenzaron a celebrar su fiesta el 6 de diciembre. En Holanda, lo llamaban “Sinterklaas” y decían que él viajaba desde España para dejar regalos a los niños que se habían portado bien.
Más tarde, cuando algunos holandeses se mudaron a América, ¡se llevaron su historia con ellos! Y, bueno, el nombre de Sinterklaas poco a poco se convirtió en Santa Claus. Los estadounidenses empezaron a imaginarlo de manera un poco diferente: ya no era un obispo sino un señor gordito, de buen humor y con barba, que viajaba en un trineo tirado por renos. Un poeta llamado Clement Clarke Moore escribió un poema titulado “The Night Before Christmas” en el que describe a Santa como un hombre alegre que visita las casas la noche de Navidad para dejar regalos por la chimenea.
¡Y eso no fue todo! Otro personaje muy importante en su historia fue Thomas Nast, un caricaturista que dibujó a Santa en la revista Harper’s Weekly. Gracias a Nast, la imagen de Santa Claus se hizo aún más popular y más parecida a la que hoy conocemos: un hombre vestido de rojo, con botas y cinturón. Y fue también Nast quien imaginó que Santa vivía en el Polo Norte, rodeado de un montón de elfos como yo y, por supuesto, de la encantadora Señora Claus.
Años después, en los años 30, Santa recibió un toque moderno gracias a unos anuncios de Coca-Cola, donde un artista llamado Haddon Sundblom le dio su aspecto más actual: gordito, con mejillas rojas y siempre alegre. Aunque ya usaba su traje rojo y blanco, estos anuncios lo hicieron famoso en todo el mundo, ¡y ahora todos lo esperan cada Navidad!
Así, Santa se convirtió en el personaje mundial que es hoy, querido por niños y adultos. Hoy en día, Santa y nosotros los elfos trabajamos duro durante todo el año en nuestro taller del Polo Norte, fabricando los regalos para cada niño. Él lee todas las cartas que le envían, y en Navidad se sube a su trineo con su equipo de renos, liderados por nuestro querido amigo Rudolph, y vuela por el mundo dejando los regalos.
¡Y esa es la historia de Santa hasta hoy! ¿Sabías todo esto? Cada Navidad, él y nosotros sus ayudantes nos sentimos honrados de seguir alegrando a niños como tú. Y créeme, Santa sigue siendo tan generoso y alegre como siempre, ¡tal como lo fue aquel San Nicolás!